5 frases prohibidas de un turista

Hay frases que un viajero debe tener siempre a mano y otras que necesita desterrar de su vocabulario. Las primeras abren puertas y ayudan a tener una estancia más agradable, pero las prohibidas son mucho más importantes porque pueden poner en riesgo tu viaje y hasta tu vida en un país extraño. Aquí algunas de las que no deben ni siquiera pasar por tu mente (mucho menos por tu boca).
5 frases prohibidas de un turista
1. ¿Habla español? Antes de cruzar una frontera hay ciertas expresiones que deberías aprender en el idioma del país que visitas; frases elementales como "por favor", "hola", "gracias" y "¿Dónde está el baño?" pueden hacer maravillas. Añade a esa lista otras dos palabras que debes traducir a la lengua de la región: "¿Habla español?" Además de que es una muestra de respeto, la gente tiende a ser más sensible y atenta con los turistas que no se comportan como si todos los ciudadanos del mundo debieran hablar su lengua nativa. 2. ¿Tiene cambio? Esta pregunta resérvala exclusivamente para los dependientes detrás de la caja registradora. Jamás se la hagas al portero, al guía de turismo, al conductor que los transporta al aeropuerto, ni al ama de llaves del hotel. "Viajes y propinas" van juntos como "uña y carne". Al inicio de tu travesía, haz una parada técnica y cambia billetes pequeños o menudo en moneda local. No pongas al personal de servicio en esa incómoda situación de registrar sus bolsillos hasta el fondo, con el fin de recibir su propia recompensa. 3. Estoy perdido y me hospedo en el [nombre del hotel]. ¿Me puede ayudar? Debes estar cansado de ver películas donde secuestran a los turistas cuando descubren el sitio donde se hospedan. Sí, eso es Hollywood. Pero, de alguna manera, el cine imita la vida real. Los viajeros son la diana de muchos ladrones y criminales, especialmente en los destinos más populares… y no es una buena idea decirle a un extraño que no conoces la ciudad o dónde pasas la noche. Quizás no se parezca a uno de esos guiones, pero podrías terminar siendo asaltado, especialmente si tu hotel no tiene buena seguridad. 4. No me interesa ir porque no he encontrado ninguna reseña en Internet: Es cierto, los comentarios de los usuarios siempre se agradecen y son muy prácticos. Pero hay que reconocer sus límites. También existen nuevos establecimientos y rincones menos transitados que con frecuencia se quedan fuera de la red de críticas. Los turistas un poco más arriesgados, que exploran más allá de las opiniones y reseñas de usurarios "sin rostro", tienen grandes probabilidades de descubrir algo… bueno, no descubierto. Solo cerciórate de que los establecimientos que visites se encuentren en áreas seguras de la ciudad. 5. ¡Ni que yo llevara una bomba!La seguridad en algunos aeropuertos podría parecer un chiste o una experiencia estresante —según tu estado de ánimo—, pero lo más recomendable es no irritarse ni hacer bromas al pasar por el detector de metales o durante los chequeos rutinarios. Muchos viajeros han sido arrestados por bromear o hacer comentarios ambiguos sobre el terrorismo. Una de las historias más conocidas fue la detención de dos jóvenes británicos en enero de este año al arribar al aeropuerto de Los Angeles, porque uno de ellos publicó en su cuenta de Twitter que "iba a destruir América y a desenterrar a Marilyn Monroe", aludiendo a las semanas de diversión salvaje que pensaba pasar en Estados Unidos. Pero a los agentes de Aduana parece no les hizo mucha gracia la jerga juvenil y luego de detenerlos durante 12 horas fueron deportados a Londres. Según la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA por sus siglas en ingles): "No se tolerará el comportamiento belicoso, bromas y amenazas. Esto resultará en demoras y posiblemente en la pérdida de su vuelo. La policía local podría ser contactada en caso que fuese necesario". ¡Mejor deja los chistes para cuando estés de parranda!

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