Ahorros para la cuota inicial de una vivienda

Aquí te explicaciones en qué consiste cada una de ellas y te damos algunos tips sobre cómo engrosar tu cuota inicial. Cuenta de ahorros normal: Este tipo de cuentas te permite realizar varios depósitos, cada vez que dispongas de un dinero extra. Busca el que mayor interés te ofrezca según el monto que vas a depositar. Para esta opción es recomendable que ahorres al menos el 10% de tus ingresos. Consulta por las cuentas de ahorro que ofrecen bonificaciones extras como premio a tu constancia de realizar depósitos mensuales. Cuenta a plazo fijo: Con esta modalidad de ahorro tu dinero crece más rápido que la cuenta de ahorros normal, pero no puedes disponer de él hasta el término del contrato. Los intereses son mayores en función al monto y al tiempo determinado para el fin del contrato. Ahorro hipotecario: Es una opción que dan algunas entidades financieras para que puedas juntar la cuota inicial de tu vivienda y demostrar así tu capacidad de ahorro. De este modo será más fácil que obtengas el soñado crédito hipotecario. El requisito es realizar depósitos ininterrumpidos durante cierta cantidad de meses. El monto a depositar será igual a la cuota que pagarás cuando acceda al crédito hipotecario. Consulta en los comparadores de créditos hipotecarios que tienen disponibles diversas entidades financieras para determinar si te conviene el crédito Mi Vivienda o el crédito hipotecario que ofrece cada banco para financiar tu futuro hogar. Estos comparadores ofrecen información de las tasas de interés, cuotas y plazos. Ahorra los ingresos extras que recibas en el año como gratificaciones y bonificaciones. Lo recomendable es que destines al menos el 50% de estos ingresos.