Las cuentas de ahorro han evolucionado mucho en los últimos años y encontramos una variedad de cuentas con diferentes características y diferentes costos. ¿Sabías que puedes tener varias cuentas y utilizarlas para organizar mejor tus finanzas y lograr tus objetivos financieros?
Soy Alfredo Ramírez y en este episodio aprenderemos a organizar nuestras finanzas usando las cuentas de ahorro
Las cuentas de ahorro son utilizadas con múltiples fines y cada vez más, los bancos están innovando lanzando nuevos productos para las demandas cada vez más cambiantes de los usuarios. Hoy en día puedes encontrar que cada banco ofrece una variedad de productos de ahorro, orientados diferentes usos.
Por otro lado, cada vez más los usuarios financieros están más conscientes de los costos que involucran tener estas cuentas y los supervisores del sistema financiero están regulando los cobros y condiciones de cada cuenta. A nadie le gusta pagar de más, en especial cuando se trata de cuentas que deberían servir para ahorrar o utilizar nuestro dinero.
Esta es una de las razones por las que muchas personas no tienen una cuenta de ahorro. Piensan que tienen costos y al final, más que ahorrar, terminaran pagando más comisiones a los bancos. Esto ha sido verdad por mucho tiempo, pero recientemente los bancos han lanzado cada vez más productos con “costo cero” o que no tienen costos fijos sino costos variables.
Hoy en día, si sabes escoger el producto adecuado puede que no pagues nada para que puedas usar diferentes cuentas y aún ganar intereses y lograr tus objetivos de ahorro.
Lo primero que debemos hacer es entender los diferentes tipos de cuentas que se encuentran en el mercado. Obviamente esta clasificación es referencial y no todos los bancos tienen todos estos productos o siquiera usan esta clasificación, pero es importante que entiendas estas características para que tu puedas clasificar estas cuentas y escoger la que más te conviene para tus objetivos.
Los primeros tipos de cuenta son las cuentas sueldo o cuentas nómina. Estas cuentas están específicamente diseñadas para que puedas recibir tu salario nómina mensualmente. Tus ingresos serán depositados por tu empleador en estas cuentas y eso les interesa mucho a los bancos, por eso estas cuentas tienen varios beneficios y programas de descuentos o premios que son los incentivos que usan los bancos para “atraer” a nuevos usuarios.
Las cuentas sueldo normalmente no tienen costos, es decir no te cobran una comisión fija de uso (o mantenimiento de cuenta) y además también permiten depósitos y retiros de efectivo ilimitados tanto en canales virtuales como en agencias bancarias. Además cada cuenta debe venir acompañada de una tarjeta de débito, que facilite tus compras y el uso de tu tarjeta en cajeros automáticos.
Finalmente estas cuentas sueldo no pagan altos intereses, ya que su objetivo no es el ahorro (es decir acumular dinero) sino el uso y disposición del dinero.
Hay otros tipos de cuentas que sirven para hacer la mayor cantidad de transacciones sin costo. Estas son llamadas cuentas transaccionales. Estas cuentas cuentan con un costo de mantenimiento mensual (a veces elevado) pero tienen altos límites de depósitos y retiros tanto en cajeros como en agencias bancarias. Incluso muchas de estas cuentas tienen retiros y depósitos ilimitados.
Estas cuentas están diseñadas para quien necesita mover mucho dinero, por ejemplo pequeños negocios, profesionales, o personas que deben hacer muchas transferencias o transacciones. También estas cuentas no pagan intereses altos (incluso pueden llegar a pagar 0% intereses).
También tenemos las cuentas costo cero. Estas cuentas no tienen un costo fijo mensual, pero sí tienen limitaciones en el número de depósitos y retiros a ser usados durante el mes. Estas cuentas también pagan muy pocos intereses porque su objetivo principal no es el ahorro y también incluyen la tarjeta de débito.
Si una persona usa más depósitos o retiros que el límite permitido en la cuenta deberá pagar un costo fijo por cada depósito o retiro que se realice.
Como una variación de las cuentas costo cero, tenemos que muchos bancos han lanzado en tiempos recientes las llamadas cuentas digitales. Estas cuentas son normalmente “cero costo”, pero a pesar que tengan un límite de depósitos y retiros en agencias, los depósitos y retiros por medios digitales (es decir, app o banca por internet) no tienen límites.
Es importante conocer estos límites y condiciones para sacar el máximo provecho de estas cuentas y además tener acceso a la banca por internet o banca móvil de estos bancos ya que hoy en día, se puede hacer casi todo con estas aplicaciones: pagar servicios, hacer transferencias, usar billeteras móviles y hasta hacer remesas internacionales de dinero.
Finalmente también tenemos las cuentas para ahorrar. Estas cuentas están diseñadas para justamente acumular más dinero y pagar intereses más altos por el balance. Incluso a más balance en la cuenta pueden pagar más intereses. Estas cuentas suelen competir con los depósitos a plazo (CEDES o CDT) de modo que ofrecen tasas de interés muy competitivas, pero a diferencia de los depósitos ofrecen la flexibilidad de usar el dinero sin importar plazos pactados.
Estas cuentas para ahorrar, suelen tener límites de retiros, es decir te costará más cada saque de dinero que hagas, lo cual quizás sea una buena idea si lo que piensas es ahorrar y no gastar con estas cuentas
Ahora que aprendimos un poco sobre los diferentes tipos de cuentas disponibles, vamos a aprender a usar estas cuentas para ayudarnos a organizar nuestras finanzas.
La principal función que nos permiten hacer estas cuentas es separar nuestro dinero para los diferentes objetivos que salen de nuestro presupuesto. Recuerda que al hacer tu presupuesto tendrás una guía para todo lo que harás con tu dinero cada mes, de modo que en vez que te preguntes a donde se fue mi dinero, le digas a tu dinero qué hacer cada mes.
En primer lugar debes tener una cuenta sueldo que permita que tu empleador deposite tu salario o nómina en una cuenta todos los meses y que te sirva para acceder a los beneficios de estas cuentas pero a la vez para hacer todos tus pagos ordinarios, es decir darle un uso transaccional.
Parte de tu presupuesto será usado para pagar tus gastos periódicos o rutinarios, como tu alquiler, el teléfono, internet, pagos de colegios o educación superior, un pago de préstamo o tarjeta. Tu cuenta sueldo te va a ayudar a que puedas hacer todos estos pagos sin costo. Es bastante práctico en especial si utilizas la banca por internet o banca móvil de tu banco.
Para los gastos que no son fijos y que dependen de tu control, es mejor que uses una cuenta separada, es mejor usar una cuenta cero costo. Esta cuenta cero costo puede ser tu cuenta de control de gastos. Una vez al mes sumas todos los gastos presupuestados que debes controlar, por ejemplo: gastos de comida, entretenimiento, ropa, compras online, etc.
Una vez sumado, pasas esa cantidad de tu cuenta nómina a tu cuenta cero costo (o de control de gastos) y así sabrás que todo lo que tienes en esa cuenta es lo que puedes gastar, no debes sacarlo de tu cuenta sueldo. Es fácil pasar por alto esto y comenzar a gastar tu sueldo directo de la cuenta sueldo, el problema puede ser que llegues al punto en que ya te gastaste todo y aun te falta pagar la electricidad. ¿A quién no le ha pasado?
Una cuenta aparte de control te va a ayudar a medirte y saber que si gastaste de más en esa salida fuera, pues no podrás comprarte los pantalones que querías. Está en tus manos.
Finalmente, la última cuenta que necesitas es una cuenta para ahorrar. Ya sea que escojas un depósito a plazo o una cuenta para ahorrar, es bueno que separes el dinero que quieres ahorrar mensualmente y lo pongas en una cuenta que te pague intereses y que no te cobre por el uso de retiros y movimientos, porque justamente esta cuenta es sólo para que mes a mes juntes tu dinero para que logres tu objetivo.
Tu objetivo puede ser juntar la inicial de tu casa o comprar tu auto o pagar la maestría o simplemente una tele nueva, sea cual sea tu objetivo, lo importante es que este dinero este “fuera de tu alcance” es decir que no tengas la tentación de usar ese dinero. Es mas, si tienes una tarjeta de débito de esta cuenta, es mejor que la guardes en tu casa o la escondas de tu billetera, para que no tengas la tentación a la mano a la hora de comprar.
Un punto adicional a considerar es que tengas cuidado con los costos de transferencias entre cuentas y los impuestos de transacciones (ITF en Peru o 4 por mil en Colombia por ejemplo). Es recomendable tener tu cuenta sueldo y cuenta de control en el mismo banco, así reduces los costos de estas transacciones. Tu cuenta para ahorrar puede estar en cualquier banco, ya verás que el costo de la transacción es menor ya que no usarás mucho esta cuenta.
Es importante que compares todas las opciones y encuentres la cuenta de ahorro ideal para tí. En Comparabien puedes comparar todas las cuentas y revisar los costos y tasas de interés para que elijas la o las cuentas que necesitas.