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La reforma del sistema de pensiones en el Perú

Actualizado el 10 de Febrero 2021
La Reforma del Sistema de Pensiones en el Perú
Recientemente se viene discutiendo un proyecto de reforma del sistema de pensiones peruano que ha recibido muchas críticas sobre las ideas que propone. ¿Cuál es la propuesta del congreso? ¿Qué riesgos se presentan para los trabajadores?

Recientemente se viene discutiendo un proyecto de reforma del sistema de pensiones peruano que ha recibido muchas críticas sobre las ideas que propone. ¿Cuál es la propuesta del congreso? ¿Qué riesgos se presentan para los trabajadores? ¿Qué proponen las AFPs para lograr esta reforma?

Soy Alfredo Ramirez y en este episodio discutiremos estos aspectos de la reforma del sistema de pensiones.

Esta es una edición especial de nuestro podcast porque vamos a tratar un tema muy coyuntural, y aunque nosotros normalmente tratamos consejos prácticos para nuestras finanzas, creemos que este tema es de suma importancia para la economía de millones de trabajadores y también para la economía peruana.

El sistema privado de pensiones peruano tiene casi 30 años de existencia y se está discutiendo la reforma del mismo en un escenario de una pandemia que ha golpeado la economía mundial. Vamos a entender de qué se trata esta reforma y cuales son los peligros de la misma.

Para esta ocasión tengo el placer de conversar con Aldo Ferrini, CEO de AFP Integra, una de las primeras AFP en el sistema de pensiones peruano.

Hola Aldo, gracias por tu participación.

1. ¿Cuáles son los principales problemas del sistema privado de pensiones?
Hay que hablar de cuáles son los problemas del sistema peruano de pensiones tanto público como privado, creo que es difícil desconectar esto de la informalidad laboral que tenemos en el país. El sistema está basado sobre salarios, por lo tanto solo el sector formal es el que está aportando y con esto los sistemas de pensiones del Perú dejan fuera casi al 70% de la población, creo que ese es el desafío más grande. 

El segundo desafío es la baja densidad de cotización, esto es la cantidad de aportes que hace el ciudadano a lo largo de su vida laboral, lo que vemos es que es un grupo grande que aporta entre 60% y 70% de los que están en las CTPs y otro grupo que son otro 50% que cotizan muy poco cerca del 20%. Al tener esta entrada y salida del mundo laboral formal dependiente, no logran alcanzar la pensión. Creo que esos son los principales problemas, la relación laboral y la informalidad laboral que tiene el sistema de pensiones en nuestro país. 

Otro tema relevante es la crítica que hay respecto a la competencia, creo que efectivamente no se ha logrado incentivar lo suficiente a distintos jugadores para que entren al mercado y esto ha generado esta sensación de una industria muy cerrada a recibir los partícipes, y creo que uno de los grandes problemas es lo que lleva a la discusión que tenemos hoy en día y es que ha habido mucho cambio regulatorio y eso genera incertidumbre para cualquier jugador nuevo que quiera entrar. 

Como dato, desde que se crearon las licitaciones en el 2012, solo en la primera licitación participaron dos jugadores fuera del sistema de los 6 que participaron en la subasta, en las siguientes cuatro licitaciones solo se han presentado AFPs que existen en el sistema. pero la pregunta es por qué si estas licitaciones les da el acceso al 100% de los nuevos clientes por dos años a cualquiera, no genera este apetito para nuevos competidores. Yo creo que hay un tema de cambio regulatorio que realmente desincentiva a la competencia y se entra a este círculo vicioso de no bajar los precios porque no hay competencia y no hay competencia porque hay incertidumbre, es un desafío y hay que salir de esa trampa. 

2. ¿Qué pretende aprobar el reciente proyecto de reforma del sistema de pensiones que propone el Congreso?
La propuesta que ha llevado la comisión Omonte al Congreso plantea un sistema integrado donde el afiliado tiene una puerta de entrada y ya no tiene que elegir entre ONP y AFP y tiene un sistema que le permite ir acumulando sus ahorros  en cuentas individuales y finalmente tener una pensión; básicamente es un sistema integrado pero que ha dejado en el aire una serie de variables que son preocupantes y donde ha incorporado esta ASIP que es esta administradora única de pensiones que es propiedad del Estado que es un problema serio. 

3. ¿Cuáles son los riesgos de este proyecto? ¿Por qué nos debería preocupar a todos?
Yo creo que este proyecto tiene aciertos y riesgos. Aciertos en los que coincidimos y que hemos puesto como propuesta, uno generar un pilar de pensión no contributivo universal; es decir pensión para todos los peruanos con un monto pequeño, es una pensión de subsistencia. Después genera pensión mínima para todos que también es algo en lo que estamos de acuerdo y para aumentar la cobertura que incentiva el ahorro propone esquemas de capital y contribución equiparada, donde el ciudadano pone un sol y el estado pone medio sol o un sol dependiendo cómo son las reglas y también habla de usar el IGV como parte del aporte de los ciudadanos, esos temas son positivos. 

Lamentablemente tienen factores que le quitan el mérito al proyecto marco como se ha planteado. El primero es darle el control total del sistema al Estado, se ha argumentado mucho de que el Estado no es quien lo va a gestionar, sino terceros pero eso no es exacto. Como va a funcionar el sistema es que el afiliado entra al sistema a través de SUNAT y entrega el dinero a esta ASIP y va a dividir el aporte en dos, uno que va al fondo de riesgo compartido y otro que va al fondo de riesgo individual, que es como hoy en día tenemos en las AFPs. Y cuando el Estado recibe este dinero, alguien dentro de esta organización, imaginemos que es un equipo de inversiones, subasta estos fondos a terceros, que no quedan claras cuáles son las reglas, y se entregan estos fondos a terceros sobre la base de una licitación que lo que dice la ley busca priorizar costos y rentabilidad, en esta dinámica el ciudadano pierde todo contacto con su gestor de inversiones, con su AFP, la relación que tiene el afiliado es con el Estado, si el afiliado tiene un reclamo, si el afiliado quiere ver su cuenta, si el afiliado quiere solucionar un conflicto va a ir con el Estado y ya no va a tener relación con la AFP, por lo tanto tenemos un solo gestor de todo el sistema de pensiones que va a terminar licitando el servicio de gestión de inversiones. Para ejemplificar, es como el call center, esta unidad del Estado también va a licitar el call center, este no va a ser del Estado pero las reglas de cómo se licita, los objetivos, las variables por las que se va a medir esta call center las define el Estado, lo mismo pasa con las inversiones y es malo porque reduce la competencia y porque se genera este riesgo grande de un uso político de los fondos en lugar de un uso técnico cuyo principal objetivo es generar la mayor rentabilidad para los afiliados. Ese es el primer problema que le vemos a la reforma, la centralización y monopolio del Estado para la gestión de inversiones. 

El otro riesgo que vemos es la creación de este fondo de riesgo compartido, donde una parte de sus aportes va a ir a un fondo común que va a servir para darle pensión mínima a todos los que la necesita, entonces el que necesita pensión mínima va a recibir más de lo que aportó y el que no necesita pensión mínima va a recibir menos de lo que aportó. Acá el gran problema que le vemos es que se le está cargando al afiliado que aporta este costo de solidaridad. Nosotros queremos que dada la informalidad en el país, sería mejor que este componente solidario que estamos convencidos debe existir en el sistema sea financiado por el Estado a través de impuestos generales y no directamente cargados al aporte del ciudadano.

El siguiente problema asociado al fondo de riesgo compartido es que no se definen los porcentajes. Se habla mucho que debería ser 20%, 25% que es lo que ha recomendado la OSD, pero la verdad es que ese porcentaje lo va a definir de acuerdo a lo que plantee el proyecto, la PCM que es un órgano político. Entonces en algún cambio de Gobierno o de mirada respecto a los sistemas de pensiones, un primer ministro o un presidente podría dar un mandato para que cambien estos porcentajes, y ya no ser 1 o 2% al fondo de riesgo compartido sino 8% al fondo de riesgo compartido, creo que este riesgo es muy alto. Y lo otro es que se carga al afiliado, eventualmente si se quiere ir por este camino, una vía podría ser que el empleador haga aportes eventuales a este fondo de riesgo compartido. 

Creo que el problema es que no estamos reconociendo los éxitos del sistema nacional de pensión mínima y del sistema privado que es la generación de rentabilidad, la transparencia, el manejo de los fondos; creo que hay que construir sobre lo avanzado. La creación de la ASIP es una especie de borrón y cuenta nueva que busca crear una institución de cero y no busca realmente dar un salto sobre lo ya construido.  Creo que es fundamental que se mantenga la relación del afiliado con el gestor de inversiones porque ahí es donde se va a fomentar la competencia y donde realmente se busca la mayor rentabilidad posible para el afiliado. 

4. Está claro para todos que debe haber una reforma ¿Qué proponen como alternativa las AFP?

Sin duda, nosotros venimos pidiendo una reforma desde hace un buen rato. Nosotros lo que hemos propuesto es una reforma también de un sistema integrado con una pensión universal no contributiva con pensión mínima para todos que fomente el ahorro, porque sin ahorro recordemos que no hay pensión, pero que esta pensión mínima para todos se le entregue a aquellos que han cumplido requisitos de 10, 15 o 20 años de aportes mínimos tiene que ser escalonado para que no sea regresivo y esta diferencia sea financiada por impuestos generales. 

Punto número dos, necesitamos generar mayor competencia y para eso tener reglas claras, y la reforma es parte de reglas claras, podría dar estabilidad regulatoria al futuro y eso aumentará la competencia. Estamos proponiendo algo muy importante que es la comisión por desempeño, una de las grandes críticas al sistema es que cuando la rentabilidad es negativa y el afiliado ve eso en su fondo, la AFP sigue generando utilidades. Creemos que la comisión por desempeño que es simplemente cobrar una comisión mínima para cubrir los costos de gestión y atención a clientes que no genera utilidad y cobrar una comisión adicional solo cuando los fondos tienen rendimiento positivo. Por ejemplo, si el fondo rinde 10%, el afiliado se lleva 9,5% de esa rentabilidad y la comisión para la AFP sería 0,5%; si la rentabilidad es 0, la AFP no cobra comisión, ese es el concepto de comisión por desempeño que estamos proponiendo y que creemos sería sumamente importante. 

También estamos proponiendo incentivos al aporte voluntario; toda contribución separada, capital semilla, uso de IGV también es parte de nuestra propuesta, pero creo que lo más importante es encontrar las virtudes de los sistemas actuales y construir sobre ellas.

Finalmente, es importante reconocer que posiblemente no se va a poder corregir todo a la primera, hay una problemática laboral importante, una problemática tributaria importante para realmente lograr un sistema que sea más inclusivo que genere mejores pensiones para todos, pero hay que ir un paso a la vez. 

Regresando a la pregunta inicial sobre los desafíos, derrepente la reforme integral hay que dejarla como cascarón y empezar a hacer cambios graduales para no corregir o para no cambiar todo; por ejemplo, en vez de crear esta ASIP que sería la entidad del Estado única para administrar pensiones, una solución puede ser que se cree una AFP del Estado con la que se pueda competir, generar más clientes y eventualmente si es la mejor de todas tendrá una rentabilidad más grande y una injerencia en precios lo que es mejor para el cliente, pero si no funciona la AFP del Estado te queda la privada que sigue funcionando de manera competitiva y tratando de tener mejor performance. 

Lo otro que hemos propuesto es que necesitamos un regulador más empoderado, la SBS hoy en día hace todo lo que puede de acuerdo al marco de la ley y creo que después de treinta años de experiencia que tiene está preparada para asumir más responsabilidad y para hacer cambios más rápidos y ágiles que se acomoden a los cambios que vienen en demografía, en tendencias de inversiones, en eficiencias las tecnologías que ayudarán a dar un mejor servicio y producto que es una mejor pensión para los peruanos.
 

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