Cuando la gente piensa en un Depósito a Plazo Fijo (DPF) a veces siente temor. ¿Por qué? Porque saben que una vez que lo adquieran, no podrán mover su dinero, al menos no sin perder los posibles intereses o pagar una penalidad. Entonces, ¿realmente nos conviene participar de esta forma de ahorro?
Y la respuesta es sí. Estas cuatro razones nos explican por qué un depósito a plazo fijo es una gran alternativa cuando lo que se quiere es ahorrar:
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1. Te paga mayores intereses
Es decir, obtendrás mayores ganancias de las que obtendrías depositando tus ahorros en una cuenta corriente del banco. Esto porque, al comprometerte a no mover el dinero, las instituciones financieras pueden jugar con él y pagarte los intereses prometidos. Los intereses dependerán de la institución que elijas (caja o banco), así que lo primero que debes hacer es comparar cuáles son tus opciones.
2. Evita que te gastes el dinero
Como no lo puedes retirar por el plazo establecido, no habrá forma de sucumbir ante las tentaciones del día a día. Ir de compras, una cena, una compra impulsiva, etc., ya no serán impedimento para que tu dinero crezca.
3. No representa un mayor riesgo
Si eres de los que quiere invertir pero sin arriesgarse tanto, esta es una buena opción. A pesar de que no representa una “inversión” en todo el sentido de la palabra, sí te permitirá obtener ganancias sin arriesgar tanto como con los bonos o las acciones.
4. Su dinero se encuentra en un lugar seguro
Es diferente tenerlo guardado en casa o hasta dárselo a algún amigo o familiar, a tenerlo en una institución financiera. Ante cualquier robo, desastre, etc., el dinero sigue estando protegido por el Fondo de Seguro de Depósito, que se asegurará de que tú sigas contando con tu dinero como si no hubiera pasado nada.
Lo que debes tener en cuenta antes de abrirlo es que no podrás mover el dinero por el plazo determinado, así que elige bien la cantidad que ahorrarás y prepárate para ver los intereses.