En el mundo de los créditos lo que se suele pensar es que una tasa de interés baja es lo mejor que les puede pasar y les garantiza una feliz existencia mientras pagan su crédito de vivienda.
Sin embargo, al contrario e eso, son otros factores los que también influyen.
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Así que no te dejes engañar, una tasa baja no es sinónimo del paraíso. Si bien es importante tener un porcentaje bajo de intereses, no vale de mucho si nos ofrecen una tasa variable en lugar de una fija, ya que eso significa que puede aumentar con el tiempo, haciendo que nuestra cuota mensual también aumente.
Además del tipo de tasa, tenemos que mirar las comisiones por apertura de crédito y otras que pueda cobrar mensualmente; otro factor que influye es el seguro que te cobrará por el crédito, tanto uno para la propiedad como el de desgravamen.
Por último, debemos considerar el plazo al que obtenemos el crédito, que no debería ser más de 15 años. Así que la fórmula para un buen crédito sería: Una tasa fija, a quince años, sin restricciones para prepagos y en la moneda nacional.
Y por supuesto deberá ir acompañado de un 20% de cuota inicial.
No olvides que todos esos datos los obtienes al elegir la entidad a la que le solicitarás el crédito. Puedes verlos al utilizar el comparador de créditos hipotecarios de Comparabien para ver qué te ofrece cada entidad y solicitar el que te convenga sin perder más tiempo.