Con todas las opciones que hay en el mercado financiero en el momento sumado al alza de los precios y el nivel de endeudamiento, pareciera que las tarjetas de crédito son lo último en lo que uno debería pensar.
Pero aunque no lo crea, estos plásticos siguen siendo necesarios por una importante razón. Ya no se trata solo de encontrar financiamiento, de poder realizar compras y pagarlas después de unos meses o incluso de gozar de los mejores beneficios, a veces exclusivos para un grupo reducido de clientes.
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Aunque todo eso importa, hay muchas personas que continúan diciendo que no necesitan una tarjeta de crédito y que mientras más lejos se mantengan de ellas, mejor. Pero eso no es del todo cierto.
La verdad es que por más odiadas que puedan ser las tarjetas, te ayudan a crear algo importante en tu vida financiera: Una reputación.
Así es, iniciarse en el mundo del crédito es mucho más fácil si se hace con una tarjeta de crédito. No importa si la utiliza poco sino que la utilice bien, pague sus cuotas a tiempo, antes de la fecha de vencimiento y hasta que aproveche los beneficios.
Si su banco comprueba que usted le da un buen manejo a su plástico, en unos años, cuando desee solicitar un crédito hipotecario o vehicular, obtenerlo será más fácil de lo que sería si nunca hubiera tenido una.
Así de una forma u otra, una tarjeta le ayudará a construir las bases financieras para el futuro. Si lo que le atemoriza es endeudarse, tranquilo, empiece con una tarjeta con un saldo reducido y utilícela solo una vez al mes.
Si antes de solicitar una tarjeta, compara todas sus opciones, podrá darse cuenta de cuál le conviene más y hacer que su elección sea la más inteligente posible. Para compararlas, puede utilizar el comparador de tarjetas de Comparabien.