Si estás pensando asegurarte contra el cáncer, es importante que conozcas en detalle la información de la póliza que adquirirás. Esto te permitirá saber si realmente te conviene o no y tomar la decisión más acertada.
Muchas personas suelen afiliarse sin leer con detenimiento el contrato o sin entender cuáles son las excepciones que se podrían presentar, y cuando quieren utilizar su seguro, se dan con la sorpresa de que hay cosas que no están especificadas en la cobertura.
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Lo ideal es que conozcas no solo lo que incluye, sino también lo que no, de esa manera tendrás muy claro qué es lo que puedes solicitar y en qué medida.
A continuación, una lista de cinco elementos que no suelen estar incluidos en las pólizas oncológicas:
1. Enfermedades detectadas antes de adquirir el seguro o en el periodo de carencia
2. Tratamiento o gastos realizados en el extranjero: Este punto depende de la póliza que adquieras, ya que hay algunas aseguradoras que sí incluyen la posibilidad de tratarse en el extranjero, mas no los gastos de viaje, pasajes, etc.
3. Tratamientos recetados o prescritos por médicos que no sean colegiados activos; además, tampoco cubre tratamientos alternativos como acupuntura, yoga, hipnosis, aromaterapia, entre otros.
4. Terapias psicológicas o psiquiátricas, desórdenes nerviosos, tratamiento del sueño, terapia física y rehabilitación.
5. La compra de sangre o derivados como plaquetas, paquetes globulares, etc. Además, tampoco se cubrirán los gastos de los exámenes realizados a los posibles donantes (salvo cuando se trata de verificar la compatibilidad del receptor).
Estas son exclusiones que suelen tener la mayoría de aseguradoras; sin embargo, es necesario consultar al detalle una vez que escojas una opción, pues hay diferentes pólizas que pueden acomodarse a cada bolsillo.
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