Aunque nadie lo diga, todos los que adquieren un seguro oncológico esperan nunca tener que usarlo, pero en muchos casos, llega el día en que lamentablemente es necesario hacerlo, pues alguno de los beneficiarios fue diagnosticado con la enfermedad.
Si antes no se había familiarizado con el tema, es normal sentirse un poco perdido. A continuación, los pasos que debe seguir para que esta activación sea lo más simple y rápida posible.
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En primer lugar, debe tener los documentos completos. Cada aseguradora solicita una serie de documentos para que el seguro entre en vigencia, entre ellos, copia del DNI vigente, encontrarse al día en los pagos de la póliza, la solicitud de activación del seguro, entre otros.
Segundo, comunicarse con la aseguradora para que inicie los procesos respectivos. Una vez que tenga los documentos, debe comunicarse con la aseguradora para darle a conocer que ya se encuentra listo y que le indiquen cuál es el siguiente paso.
Debe tener en cuenta que este proceso varía de aseguradora en aseguradora, pero normalmente se trata de una cita o entrevista para que los encargados verifiquen su proceso de afiliación.
En tercer lugar, le comunicarán cuando el seguro esté activo y le sea asignado un médico tratante dependiendo de la clínica en la cual se atenderá. Además, deberán informarle de cuáles son sus beneficios, exclusiones y otras condiciones que debe conocer como paciente.
Puede sonar como un proceso engorroso, pero es más simple de lo que se piensa. Si aún no tiene un seguro oncológico, recuerde que estar protegidos contra el cáncer es más importante de lo que uno cree y, contrario a los diferentes mitos que rondan por ahí, no es algo caro.
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