Los préstamos personales son, para muchos, la herramienta necesaria para ayudarlos a alcanzar ciertos objetivos cuando no tienen los suficientes fondos por su cuenta. Gracias a ellos se completa la compra de un electrodoméstico, algunos toman vacaciones, otros arreglan la casa, etc.
Pero no todo suele salir bien cuando hablamos de estos créditos. Si bien mirar las tasas de interés, elegir el momento correcto y designar un plazo aceptable son puntos clave al solicitar un crédito, hay algo que muchas personas suelen hacer sin darse cuenta de que podría traerles más problemas de lo que piensan: pedir un crédito para otros.
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Ya sea para un amigo o un familiar, pedir dinero prestado para otorgárselo a otra persona implica que su nombre está comprometido hasta que ese préstamo termine de pagarse.
Es decir, si por alguna razón quien usó el dinero tiene problemas para devolverlo, la única persona afectada será usted.
Sucede lo mismo cuando se decide solicitar un préstamo grupal, ya que el pago puntual de las cuotas no depende de una persona, sino de todas las involucradas, por lo que se corren más riesgos.
Aunque le parezca que no se está arriesgando con alguna de estas opciones, piénselo dos veces, ya que podrían terminar por dañar su reputación financiera, lo cual le ocasionaría problemas al solicitar futuros créditos.
Por último, si decide solicitar algún préstamo, recuerde que puede comparar las tasas de interés y condiciones al ingresar a Comparabien.