
Todos nos recomiendan que compremos un seguro y protejamos nuestro auto pues los accidentes ocurren de la nada y más vale estar protegidos para afrontar lo que suceda. Y hace tiempo nos decidimos y dijimos que compraríamos uno. Luego pasamos a ver nuestro presupuesto y nos dimos cuenta que la cantidad de la que disponíamos estaba todavía bastante lejos de la necesaria para comprar la dichosa póliza.
Entonces, ¿qué debemos hacer si queremos un seguro pero los soles escasean de nuestros bolsillos? Presta atención a estos 3 consejos y olvídate de manejar desprotegido.
1. Empuja tu presupuesto:
Antes de buscar ahorrar debes saber cuánto tienes y una vez que lo sabes, buscar tener un poquito más. Siempre que decimos “solo tengo X cantidad”, es lo que creemos que tenemos, pero si nos disponemos ajustar el presupuesto, veremos que tenemos en realidad hasta un 20% más de lo que pensábamos.
2. Busca las opciones con financiamiento:
Casi todas las aseguradoras tienen la opción de financiar el costo del seguro en un número determinado de cuotas. Si la cantidad de dinero que tienes es muy limitada, busca el mayor número de cuotas posibles (aunque probablemente te cueste un poco más que al contado).
3. Empieza por lo básico:
Los tipos de cobertura son tres, responsabilidad civil, pérdida total y todo riesgo. Si tu sueño es colocarte la cobertura todo riesgo, que te cubre prácticamente todo, puedes empezar a ahorrar para adquirirla en el momento en que puedas, pero mientras tanto, empieza con la que esté a tu alcance.
Antes de descartar el seguro, compara tus opciones, hay seguros disponibles desde $8 al mes. La clave está en buscar y evaluar bien, y mejor si los puedes comparar en un solo lugar, como cuando usas el comparador de seguros de Comparabien.
Johanna Bernuy | Periodista y blogger