La idea al solicitar un crédito es que terminemos de pagarlo pero a veces suelen presentarse gastos imprevistos que nos impiden pagarlo. Lo que pocos saben es cuál es la forma correcta de proceder cuando esto sucede.
Lo más pronto posible
No esperes a atrasarte para recién hablar con el banco. Apenas detectes que las cuotas son muy grandes y ya no puedes pagarlas, acércate a la institución y negocia la opción de una reprogramación. Aquí podrás reprogramar los pagos que estén pendientes en cuotas que sean más cómodas para ti, pero es probable que tu tasa de interés sufra algún cambio.
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Si ya te atrasaste
Si pensaste que podrías ponerte al día y cada vez se te vuelve más difícil, ¡no te atrases más! Acércate al banco apenas puedas y negocia un refinanciamiento de deuda. Esta opción afecta tu historial crediticio pero te permite ponerte al día y cancelar tu deuda con un nuevo orden de pagos. Asimismo, tiene un costo ya que tu tasa de interés aumentará considerablemente, pero cuando se ha llegado a este punto, es una opción válida para no caer en pérdida ante las centrales de riesgo.
Cortando de raíz
Otra opción válida es la compra de deuda, pero debe hacerse si has estado pagando tu deuda y te das cuenta que las tasas son muy altas y no podrás continuarlas pagando. Los bancos te otorgan esta opción si eres un buen pagador, no si ya estás en pérdida, así que no esperes mucho antes de solicitarla.
Podrás uniformizar tus deudas y pagar un solo crédito a una entidad y con tasas inferiores.
Para elegir una buena compra de deuda ingresa al comparador de tarjetas de crédito de Comparabien y solicita la opción de compra de deuda, aparecerán todas las disponibles. Hay varias opciones para salir airosos de la batalla del crédito, así que toma una de estas y no te atrases.
Y si lo que quieres es un préstamo personal que te ayude a pagar esas deudas, puedes comparar y solicitar aquí.